jueves, 14 de abril de 2011

Me aseguro mi entrada...

Si yo me esfuerzo por olvidarme de todo,
¿Por qué se esfuerza el destino en ponerme,
en la misma calle, a unos extraños conocidos?
haciéndote saber que el mundo es tan
desgraciadamente pequeño…
¿Por qué se esfuerza mi instinto en devolverme
tu sabor habiendo ya demasiados maridajes
desde hace mucho tiempo?

¿Por qué se esfuerza el tiempo en detenerse
en cada revuelta hacia la esquina donde
intenté dejarte?

¿Por qué el mismo Dios se esfuerza en probarte
a ti que tengo el alma rota y ni un retazo de
esperanza?

Tengo que aprender a sonreírte ahora como un recuerdo…
aunque me gane el tormento eterno por mi orgullo contra ti
contra Dios o como sea…

Solo Él sabe  que no hay sufrimiento tal,
como el que formaste en mí…

Hoy te sonrío y me dejo seguir…

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